"Porque el tiempo es vida, y la vida reside en el corazón" - Michael Ende

domingo, 8 de diciembre de 2013

Falsos guionistas

Negruza y roída escritura
salida por completo de una tangente vulgar,
común, banal, como la vida misma,
refleja un alma producto del dolor
y su quebrar.

Locuras progresivas se agolpan en mi cabeza,
sentimientos difusos en una calmada tempestad,
son producto de una adición maldita,
minando mi entereza, llamando a mi maldad,
concebida recientemente en turbia oscuridad
en la que me has obligado a permanecer...

Esta creciendo, dentro de mí,
abarcando toda luz vital,
llegando a impedirme respirar,
clavándome una estaca de madera,
carente de afilar.
Atravesando todo lo preciado
que recordaba de ti.

Fuimos guionistas de una gran inversión de tiempo.
Ambos escribíamos sin prisa, sin pausa,
sin ningún tipo de miramientos.

Agotaste toda la tinta 
y no quisiste saber nada más.
Nada, nada...

Y me dejaste solo relatando los besos que ya no puedo darte,
ni esos sonetos absurdos y dulces que querer dedicarte,
ni caricias, ni discusiones, ni mentiras o verdades.
Y no sé seguir,
no sé, sin ti...

Consumida la mecha,
desvanecida candela convertida en dura cera,
sin llama la linterna, ni cerillas que la prendan.
No hay intercambio de materia,
sólo energía que se pierde y no se recupera.

Que alimenta sentimientos irracionales hacia tí,
que llena un vacío que nunca debió existir.
Energía emergente de un foco vulgar
aleatorio y sin raíz.

Me has tornado en esa criatura que encerraba en mi prisión,
en mi cárcel de cristal dónde no podías
y, al final, conseguiste entrar.

Haciendo de las tuyas, ensuciando sin piedad
mi corazón, mi razón, sentidos y emocion,
mi baúl de valiosos recuerdos que llenaba
con tus ojos y tu venenosa voz.

Lejos.
Floto en tu deseo,
distante permanezco,
desinformado espero.

No quisiste volver a saber nada,
pero tu defecto fue conocerlo todo.

Y yo no sé seguir...no sé sin ti.
Regresa...