"Porque el tiempo es vida, y la vida reside en el corazón" - Michael Ende

domingo, 8 de diciembre de 2013

Falsos guionistas

Negruza y roída escritura
salida por completo de una tangente vulgar,
común, banal, como la vida misma,
refleja un alma producto del dolor
y su quebrar.

Locuras progresivas se agolpan en mi cabeza,
sentimientos difusos en una calmada tempestad,
son producto de una adición maldita,
minando mi entereza, llamando a mi maldad,
concebida recientemente en turbia oscuridad
en la que me has obligado a permanecer...

Esta creciendo, dentro de mí,
abarcando toda luz vital,
llegando a impedirme respirar,
clavándome una estaca de madera,
carente de afilar.
Atravesando todo lo preciado
que recordaba de ti.

Fuimos guionistas de una gran inversión de tiempo.
Ambos escribíamos sin prisa, sin pausa,
sin ningún tipo de miramientos.

Agotaste toda la tinta 
y no quisiste saber nada más.
Nada, nada...

Y me dejaste solo relatando los besos que ya no puedo darte,
ni esos sonetos absurdos y dulces que querer dedicarte,
ni caricias, ni discusiones, ni mentiras o verdades.
Y no sé seguir,
no sé, sin ti...

Consumida la mecha,
desvanecida candela convertida en dura cera,
sin llama la linterna, ni cerillas que la prendan.
No hay intercambio de materia,
sólo energía que se pierde y no se recupera.

Que alimenta sentimientos irracionales hacia tí,
que llena un vacío que nunca debió existir.
Energía emergente de un foco vulgar
aleatorio y sin raíz.

Me has tornado en esa criatura que encerraba en mi prisión,
en mi cárcel de cristal dónde no podías
y, al final, conseguiste entrar.

Haciendo de las tuyas, ensuciando sin piedad
mi corazón, mi razón, sentidos y emocion,
mi baúl de valiosos recuerdos que llenaba
con tus ojos y tu venenosa voz.

Lejos.
Floto en tu deseo,
distante permanezco,
desinformado espero.

No quisiste volver a saber nada,
pero tu defecto fue conocerlo todo.

Y yo no sé seguir...no sé sin ti.
Regresa...




jueves, 31 de octubre de 2013

Cartas Escarlatas

Mojada la punta en el tintero,
dispuesto a teñir de gamas de negro,
mi vida, sentimientos, sueños,
relatarlos o, al menos, hacer el intento.

Perfumadas candelas para rememorar,
esos olores que pasado evocan,
calor que desprenden, volátil oxígeno
consumido como rosas en el infierno.

No hay cénit ni comienzo,
no hay clímax fijado
ni ganas de crearlo.

Impersonal, atemporal, 
mundano o terrenal,
léelo y dale tú el sentido
que yo no puedo encontrar.

Torcidos renglones,
ortográficas faltas sin aplacar,
que no pienso revisar o corregir,
similar a eso que dejaste en mí.

Folios amontonados alrededor,
inocuos recuerdos, triviales gestos,
diarios de rutina y tedio
que leo como si los ayeres fueran nuevos 
y que jamás ocurrieron.

Partes de amor y odio,
fragmentos de prosa envenenada
y poesía balsámica,
en una peligrosa combinación
de falsa y verdadera emoción,
anemia de lágrimas sanas,
llantos de ardiente dolor
dolor tornado en palabras y signos
reflejos de terapeútica necesidad...

...de sacarte del sentir 
y sofocar mis ganas de retornar
a un momento incierto y fugaz,
cuándo amarte no conllevaba daño,
cuándo el "yo" de antaño 
no había perdido la Estrella Polar.

Cuándo carecía de deseo de escribirte
y dejar de callarme aquello que sólo grita,
golpea, araña y ruge cual león hambriento
de tu admisión de culpa,
de tu eterno arrepentimiento,
de tu duradera fatalidad,
de tu pérdida de color
y demás torturas que no podré infringirte.

Sangran las pupilas convertidas en océanos,
dónde el caudal se ha desbordado
tras reventar la presa en mil pedazos
y quedar plasmado como sellos...

...en aquellas cartas vívidas
envueltas por antiguos sobres
de color escarlata
y lágrimas salobres.

Que dudo si quemar o almacenar.
La hoguera es apetecible,
tu dolor es digno de tentar
y mi decisión es inamovible.

Aquellas cartas escarlatas.
Tu color favorito
convertido en fatal y maldito,
precioso en aquellas puestas de sol,
mientras subía la marea, sentados en la orilla
y tus manos lejos de las mías.

Lejos...permanezco, escribo y reviento.

Su color favorito...






domingo, 15 de septiembre de 2013

Mi pequeña fatalidad

Frágil como espejos sin pulir,
vulnerable cuando me creía imbatible,
inmortal con mi muerte escrita en papel,
así me has dejado de manera sutil.

Has apagado mis antorchas de cartón
con letalidad acuciante, sin dolor, 
con aquel fuego similar al napalm
que extermina las barreras de paja
levantadas por mi razón. 

Has inyectado una sustancia nociva
conocida para todos, desconocida para cada cual,
un veneno corrosivo ante la soledad...
¿Quién dijo que quería cambiar?

Mi corazón se limitó a aceptar sin saber,
lástima que sea necesario para poder ser...
infecto te lo devuelvo. 

Acéptalo sin réplicar con una condición,
una "no opción" ante un amplio abanico
lleno de agujeros y óxido parcial.
No hay vuelta atrás...

Similar a pétalos de rosa muertos
en jardines destinados a convertirse en huertos
donde se planta lo que nadie desea:
semillas de odio, de locura y de tristeza.

Conozco demasiado bien el espacio
distante entre un parpadeo y una lágrima
que se ha perdido para siempre en el tiempo
y vuelve en bucle para otro comienzo.

Has cortado los hilos de mi propia marioneta
y no tengo nada para recuperar el control,
control sobre mí, mi sentir, mi vivir,
veo el iceberg lejos pero muy cerca de aquí.

Y sobre él estás tú,
mi sirena, mi maldita belleza,
mi esfinge, mi helada princesa.

Tu canto me ha dejado ciego
tu falsa sonrisa, preso.
Empujado.
Al vacío...

Adiós

Romperé tus flechas de curare
y te las devolveré convertidas en indiferencia,
en odio, en rencor no patente,
en deseos de esquiva suerte.

Cambiaremos posiciones y serás la única
que se arrepienta de su juego travieso,
que sufra por su alegría en imparable receso
y sus sonrisas vuelen lejos para huir
de tí.

Disfrutaré, beberé a tu salud
por todo lo que no probarás,
me habré encargado de envenenarlo 
de haberlo corrompido de mi rabia
y mis recuerdos felices
que me has obligado a no recordar.

Me habré perdido y salido del camino,
no dejaré que la soledad guíe el sendero,
por ello, vendrás conmigo 
y no dejaré que sigas mi ritmo. 

Te abandonaré en noches de luna nueva,
y sabrás lo que es el mundo umbrío...
¿Quién dijo que las pesadillas eran reflejo
del miedo a lo desconocido?

Te preguntarás, me llamarás, no responderé,
estaré lejos en la dulce oscuridad, 
sin cerillas que encender, sin ganas de volver.

No tardes mi amor de cristal, 
te espero con los brazos abiertos pequeña...
mi pequeña fatalidad.

Desaparece.

13



martes, 13 de agosto de 2013

Jamás (Absurda Realidad)

En el rojizo horizonte
los trazos de un pintor que ya no pinta,
que ya no late, que no responde,
que ya no se expresa como hacía antes.
Plasmaba nuestros raros días de veinticinco horas
y caricias sin final,
emigrando a Dios sabe dónde...

Fue el tiempo que malgastamos
el que nos condenó a vivir mentiras,
traiciones, suplicios,
ficticia felicidad.
Nos prometimos poesía bucólica
y nos vendimos estrofas marchitas.

¿Quién eres tú para usurpar el lugar de mi amada?
Ella no podía soltar mi mano,
no quería respirar otro aire que no fuera mío,
no quería que los días marcharan en vano,
hizo que dejara de desear el cielo en la tierra.

¿Eres tú? Era ella.
Imposible asimilación para mi vulgar corazón.
Diosa de mis poemas, alegrías y desdichas,
tornada en la manzana residual que me envenena,
en un acero más ardiente que cualquier cadena.

Yo era un simple mortal...

Ignoraba cómo continuó sin atisbo
¿Tenía yo la culpa? Prefería pensar que la vida nos negó.
Ambos siempre supimos que murió, se acabó,
partió de aquel pueblo donde no hubo lugar para las estaciones.

Lo rechazaba, pero tú no.
Luchaba, pero tú no...

Hastío en el pensar en nuestro futuro,
vacío de lágrimas secas que ardían mi piel.
Falsas e hipócritas sonrisas
predecían el ocaso de nuestra aventura sin rumbo.

Mi muñequita de porcelana,
mi pequeña estrella dorada,
mi letal antídoto contra la vida en pena,
mi cauce por dónde fluía sin mirar atrás...

Te quería, te quiero, te querré.
Siempre en tu reflejo en el agua turbia.
En tus días, tus enfados y tus noches,
en mi absurda realidad que te impide marchar.

Aquella en la que ya no estás...
Jugaba a inventarnos y solía imaginar...

Jamás.



domingo, 28 de julio de 2013

La flor de la pasión

Papel, tinta y una pluma desgastada,
acordes sinceros y aleatorios
en una canción descarriada.
Amor efervescente pide su salida
hacia cualquier o ninguna parte.

Eras una camelia nadando en el océano de la nada,
te encontré y la máquina sufrió un revés
sin precedente, sin aviso, sin querer.
Peligroso...así fue.

Poseía un sinfín de versos que relatar
destinados a la más bella de las rosas
plantadas en ese lugar.
Miro, ya no estás.

Y todo ello quedó dentro de manzanas que nunca van a caer,
en cartuchos de escopeta sin disparar,
en cofres de cristal carentes de cerradura que abrir,
en tus miradas grabadas a fuego
en mi memoria...

Cayó la venda, la ceguera ya ha partido
con aquel vendaval que me apartó de todo:
de la adicción a tus pétalos y néctar,
a tus estambres, a tus trenzas,
a tu bruta y elaborada savia.

Nada más que buscar
en un podrido jardín...

Lanzo botellas al enturbiado océano,
desde el acantilado de mi amor eterno.
En papel hay escritos ruegos, súplicas, recuerdos,
estos últimos tan veraces como falsos.

Vuelve a mi
sentimiento que duele sentir,
sonrisas sin razón alguna para existir,
amargas lágrimas por quién nunca correspondió.

Peligrosa fusión emocional

Anclada a cada rincón de mis latidos,
a cada pertubación que producen mis gritos,
en todos aquellos destellos que emito sin permiso,

En mi particular batalla campal.

¿Mi realidad es así?
Amando sombras trileras y tramposas,
telarañas llenas de muertas mariposas,
deseando dama negra en vez de blanca,
en un tablero arpío empapado de ti.

Me llevaste camino de la perdición,
sin brújula, sin mapa, sin feliz destino.
No me cogiste de la mano, ¿por qué?
Si cualquier sitio era el Edén
estando allí contigo.

Camino del amor tornado
en pedregoso sendero del odio y del rencor,
de falsas esperanzas y negra pasión.
Devuélveme el billete que me permita huir,
no hay opción ni deseo de mirar atrás,
no hay dulces ni venenosas palabras para embaucar.

Vuelvo a mi.

Adios mi reina negra,
mi amanecer, mi flor de loto, mi perseida violeta.
No olvides nunca que te quise,
que me maravillé, que te idealicé
que te amé...

...hasta perder la cuenta.



viernes, 5 de julio de 2013

Cicatrices

He rasgado los acordes
de una melodía que ya no existe,
en un disco que una vez quisiste
y ahora aborreces sin parar.

Abismo entre sábanas imposible de atisbar,
un escarpado acantilado cuya meta era escalar.
Demacrado, herido, lágrimas secas
que abrasan como la peor de las hogueras.

¿Hay un lugar para mi en aquel bar?
Aquel dónde van los apesadumbrados a largar
aventuras, desventuras, poemas y sátiras
relacionadas con rosas espinadas.

¿Lo hay? 
No me dejes ir,
sálvame...

¿Cuántas veces nos miramos viendo sólo opacos reflejos?
En nuestras pupilas, grabados a fuego
se han quedado aquellos, nuestros momentos
desechos por el eco de nuestro silencio.

Nos sumergimos juntos en aquella espiral 
y en el camino me soltaste sin querer
y el nosotros se perdió en pantanosos senderos
llenos de sal, vacíos de amor.

En aquel "nunca jamás" que se convirtió en improvisado vertedero
de palabras, gestos, regalos y relatos,
de falsos amuletos y biblias fanfarronas
en los que nunca creí.

De tu perfume en el viento que creía eterno,
volatilizado en llamas nacidas en improperios,
en ruegos carentes de compromiso,
en guillotinas disfrazadas de caricias.

Grita.
Adentro...

No me dejes solo,
prefiero llorar tu presencia
antes que maldecir tu marcha, tu pérdida
tu envenenada ausencia.

Rodeado de nenúfares idílicos,
oyendo a las estrellas cantar,
placeres que mi quebrado corazón
no me deja disfrutar.

Me observas.
Enloquezco.

¿Dónde está mi amor sin igual?
Sin doblar.
Sin maldad.

Sin igual...
¿Dónde está?



martes, 25 de junio de 2013

¿Quieres quererme?

Una pregunta tan incoherente 
como egoista e imparcial,
está trastornando, descolocando mi mente.
Suena egoísta, lo sé, me da igual
me es completamente indiferente.
Ahí va, la lanzo al aire

"¿Quieres quererme?"

Los puntos suspensivos iluminaron toda la escena
y el público enmudeció ante tal visión.
El diálogo se volvió mudo y ciego
entre nosotros dos.

Quebró el interior de algo hueco desde hacía tiempo,
un disfraz sucio, una coraza agrietada
que el hielo de tu voz 
no hizo más que empeorar.

Y mi cara se convirtió en el cauce,
en un afluente de emociones dispares
que se agolpaban por correr a raudales
y desembocar en el muerto océano.

Había estallado una explosión invisible,
asqueroso azufre que nadie era capaz de oler,
delicada pólvora, dinamitada por tu "no"
y no fueron cientos, fueron miles los pedazos
que no he podido volver a juntar.

Mi escritura se torció en la duda
de si te he perdonado o reniego de ello,
de si los paisajes que te he pintado han ardido,
se han consumido, calcinado, desaparecido
o siguen impolutos, brillando en sus lienzos.

Queda dicho en el papel rasgado
de la carta que jamás merecerás.
Deseo que nuestros recuerdos juntos
tengan un buen viaje, un bonito vuelo,
que se pierdan y que no tengan prisa
por volver.

Amor de sal en heridas sin suturar.
Buscando una aguja en un pajar.
Llevará tiempo, pero allí estárá.
Ambos lo sabemos...
¿Lo deseamos?

Llueve agua maldita camuflada en nubes negras.
Beberé y sonreiré hasta que consiga atrapar la luz,
bailaré hasta que la mentira se destile 
en fragancias de jazmín.

Supernova por renacer.
Borracho te lloré 
hasta el amanecer...

¿Querías quererme?

domingo, 9 de junio de 2013

Torcidos renglones

Corremos detrás de sombras difusas,
adversas, contrarias, enfrentadas
con el sol de una mañana real
que nos empeñamos en ocultar.

Nuestra razón para ser diferentes
no se aprende en manuales inertes
ni siquiera se puede imitar 
de corruptos sistemas disfrazados de tutores.

¿Hay lugar para una moneda de doble cara
en un mundo que se niega a que caiga de canto?
Donde los sentimientos son controlados
por hilos sutiles que no deberían estar atados.

En papel todo se lee muy bien,
valores que, por todas partes y ocultos en férreos mensajes,
esperan a ser aplicados por seres 
que olvidaron cómo se lee entre renglones.

Torcidos renglones... 

Desencantado fui al jardín del Edén, 
una evasión para jamás repetir,
pero allí no había refugio para mi.
Requería de aquello que ignoraba que carecía:
una palabra, un derecho, 
mi libertad...

Porque para ella no hay contratos,
ni siquiera el diablo puede redactarlos.
¿Quién la ha guardado en herméticos frascos
abandonados en yermos para no ser recordados?

Una libertad que sólo adorna tópicos,
que encaja en poemas con sentimientos apócrifos,
pero de la cual no nos dejan arrancar
ni uno sólo de sus finos cabellos.

Al igual que el veneno en pequeñas dosis
puede sanar el peor de los males,
nuestra libertad en grandes cantidades
hará lo suyo en vosotros, ladrones.

...que sólo yo puedo entender.

Cuando me han incitado a perder las palabras,
cuando busco valores y solo encuentro frías nadas,
es el momento de escapar del contrato social
que no tuve ocasión de aceptar.

Y buscar en el rincón más oscuro, 
prendiendo una chispa de calor, color y amor.
Que se extienda el incendio,
hasta que se extinga mi particular aliento.

Y darnos la vida, mirarnos
y, sin hablar con el corazón en la mano,
sabremos lo que es correcto
y lo que es en vano.

Para hacer que mis torcidos renglones
no sean sólo una de mis manías.
Para haceros ver y creer
que aquellos días raros fueron y serán siempre los mejores...



domingo, 2 de junio de 2013

Azur

Como garabatos carentes de sentido en un viejo papiro,
como el azur de aquel zafiro perdido hace siglos,
te ganaste el perder todos aquellos dones
que falsamente te había otorgado.

Siempre fue una esencia corrupta,
yo seguía creyendo que estaba impoluta.
Y se convirtió en errantes volutas de polen
alérgicas a más no poder.

Sigo acordándome de ella 
en cada letra de este invisible poema,
pero nunca más, jamás, para no volver
aquella sensación de deseo 
sin atardecer.

¿Acaso hay lugar para la sorpresa en esta situación?
No debería, aunque jamás dijiste que no.
Tirábamos los dos de una hiriente soga
que estaba destinada a romper.

Pero dejó heridas que no se podían ver
en mis manos, en mi cara, en mi pecho,
cicatrices sin navaja, sin embargo,
fueron tus hechos la peor de las armas.

No hubo tregua para la reflexión,
sólo hubo tiempo para poner en jaque
a la razón...

Imagina un rompecabezas sin resolver
mientras, a oscuras, 
buscas las piezas por doquier.

No encajarán, ni se unirán 
si no dejas de utilizar
esos ojos que se cansaron de mirar
a la felicidad enfrentada con la coherencia.

No.
No.
No...
Así... 

Y vuelves otra vez; lárgate. 
No vuelvas a mi mundo onírico,
dónde no tienes razón para doler,
dónde la tinta de nuestra historia no es indeleble,
dónde todos aquellos detalles perdieron su validez,
dónde las avestruces vuelan, los dioses existen y las canciones callan,
dónde es sólo mi negra justicia la que manda,
dónde no existen los lugares y el tiempo no se puede medir,
dónde yo sólo veo ese rincón 
que dejó de ser para ti...

El caudal de mis lágrimas se ha secado.
No hay deshielo a la vista.


viernes, 10 de mayo de 2013

Utopía que llegará


Asómate a la ventana.
Oculta realidad, escondida está
tras una cortina tan difusa 
como veraz.

Creada por anómalos entes
escapados de cárceles de moral.
Hombres grises que atravesaron la ficción
para hacerla muy real.

Ya lo decían los músicos forjados en metal
que el maestro de marionetas habría de llegar.
El dilema a entender aquí,
es que no se cuentan por unidad, 
se cuentan por mil.

Atan, ahogan, presionan.
Aniquilan, compiten, destruyen.
Marchitan.
Pudren.

Felicidad que no se refleja.
Corazones apagados,
enturbiados por un cielo oscuro
pintado a carboncillo sobre lienzo puro.

Un cielo que no se subasta en conocido lugar,
que se impone por encima de toda la bondad,
que se es obligado a aceptar, a enseñar,
a amar. 

Ponen como lema 
que la libertad debe ser una condena,
que no es más que un tóxico residuo,
que debe ser borrado cual cuenta mal hecha.

Aquello que llaman "valor"
adorna muy bien libros y revistas sin color.
Respétalos por encima de todo
mientras, quebrados, quedan por doquier.

Porque la balanza está a su favor
y no hay peso para contrarrestar.
Para que la igualdad sea la bandera,
el himno, la arenga, la cultura,
de aquellos a los que intentamos salvar.

Melodías infinitas sin punto final,
Versos envenenados pero placebo para sanar,
bustos y cuerpos sin perfilar.
Todo es producto de una imperfección sin igual,
tratada como un moscón que no para de molestar.

Ellos son el mal,
respétalos, saben cómo jugar.
Nosotros negras, ellos blancas
en un ajedrez que no admite reinicio.

La guerra no se gana en un campo de batalla,
se gana con la inteligencia de los que saben
que el riesgo de perder tienta más que el de la victoria,
que el dolor es la peor de todas las pandemias,
que sus vidas no tienen sentido sin alguien a quien hacer reir,
hacer disfrutar, hacer sentir especial...

Vivir la vida de una definición precisa,
que no admite ambigüedad o hipocresías,
y que no hay que dejar que florezca,
sólo en relatos o en puras fantasías.

Es hora de demostrar
que no hay apócrifos momentos,
que no existen afligidos recuerdos,
y que sentimos que nuestro camino es el correcto,
que nos caemos para levantarnos sin dudas o vacilaciones,
que somos mejores, somos reales no cadáveres
podridos de avaricia, de rencor, codicia. 
Desagradable hedor, aversión sin exponente.

Incalculable amor encerrado.
Cual olla a presión,
estallará.

El mundo sigue girando sin cesar.
No hay opción, sólo ganar.

Utopía...que llegará.



martes, 30 de abril de 2013

Melodía


Ahogado en alcohol,
penas, ansiedad, dolor
sentados a mi lado,
bebiendo sin medida o razón.

Tinta, sudor y poesía,
que soportan mi ira.
Mi amor por ella,
era mi única reliquia.

"Tempus fugit"
sin ningún tipo de permiso.
"Vita flumen"
sin cauce establecido.

En aquel sombrío bar 
de los corazones perdidos 
que no tienen sentido,
dónde los pianistas relatan 
historias que nunca han vivido.

Se convirtió en mi refugio,
entre tanta mierda y frustación,
entre tantos otros como yo,
que comparten alegrías vacías.

Pensaba en aquella mujer,
pensaba en aquella vida,
pensaba en aquel atardecer,
para jamás olvidar...

En silencio solía imaginar,
que el fin no podía tener lugar,
entre aquel manto de felicidad
que te cubría sólo por la mitad.

Me suicidé. 
Simplemente 
dejé de ser
y, a ti, de querer.

Y descubrí otro mundo
incierto, pecaminoso
tentador, placentero.

Fuera versos sinceros.
A la mierda palabras en exceso
y ruegos sin regreso.

"Carpe diem" en ella.
"Locus Amoenus" sin freno.
Aquella melodía me esperaba,
la música me llamaba

Prometía amor sin contrato
y caricias traducidas 
en bálsamos sin frasco
sin lugar para el réquiem.

Correspondí sin pensarlo
e hicimos el amor entre las líneas
de aquel prohibido pentagrama
hasta el final
de aquel interminable compás...



martes, 23 de abril de 2013

En dos

Me ahogaste en el océano de tu indiferencia.
Mirabas.
Moría.
Marchaste.
Marché.
Respirabas.
Me ahogué.

martes, 19 de marzo de 2013

En el pasado


Puntos suspensivos en mi boca,
representan tu imágen en mi mirada,
y ya no sé si lo que me toca
es amor u olvido sin coartada

¿Y si todo lo que sentí una vez,
murió bajo el azul 
de aquellos días grises?

¿Queda algo de vida
en un cementerio lleno de sentimientos
y lágrimas perdidas?

Ahora cuando te miro,
observo lo ciego que estoy,
incluso mirando al vacío.

Al no poder odiarte como debería,
al no poder estar en paz sin guerra,
al no poder respirar sin tu tutela,
al no querer vivir sin alegría.

¿Adónde fue? 
Se lanzó de cabeza al fuego.
Y allí no había ni agua ni hielo,
para salvarlo, para curarlo
de tu ego...

Y jamás lo sentiste.
Nunca, por mi, un sólo dedo moviste,
mientras yo corría desafiando a mi tiempo
para poder juntarnos contra el viento.

Te odio. 
Es tu culpa.
Lo sabes.
cállate...

Salió de mi caverna,
la cruz de mi moneda,
la cual sólo 
contra tí me alienta.

Me dice, me aconseja
lo siguiente:

Pinta su retrato 
en el sucio barro
y juega a lanzarle piedras 
sin tacto...

Demuéstrale que sus gestos, 
sus miradas, sus sonrisas, 
sus llamadas...
ahora están ahogadas,
en la más profunda y fría
de las nadas.

Le haré caso,
al fin y al cabo,
todo aquello que sentí
será borrado,
para morir en el pasado...

Te quise.


domingo, 10 de marzo de 2013

¿Lo harás?


Tic Tac sin parar,
se oye hasta en mi cárcel de cristal
donde no puedes entrar.

¿Y si me mancho, que más da?
¿Y si me rompo, qué importará?
¿Y si muero esperándote... me recordarás?



Tiempo


Rayaduras en la pared
cuentan días sin atardecer,
mis aviones de papel
se llevan palabras por doquier.

Los relojes pierden la arena
en el laberinto del tiempo.
Ha perdido la fuerza 
para buscarte allí dentro.

El Edén se marchitó, se cansó
de aguardar tu beso.
Vasto y yermo páramo,
donde lloran mis sueños.

Vago sin dirección,
lamento mi frustración,
me cobijo en la sinrazón
que no aporta calor.

Estoy roto cual muñeco sin cabeza,
sólo hay una única diferencia,
la cavidad de mi pecho revela,
que él se fue tras tu estela.

Persigue tu sonrisa, tu garbo, tu andar
tu osadía.
Persigue tus ganas de jugar 
a ser la buena de la película.

Busco rubíes y encuentro esmeraldas
que no brillan como lo hacen tus pupilas.
Viajo como las mareas sin orígen,
buscando a quién sane mi mente
con cualquier medicina...

Volvió sin aliento 
al lugar que nunca debió abandonar.
Mi esencia se perdió,
porque la derramaste en el mar.

La ví morir en las negras aguas,
nunca volvió aquella sonrisa a mi cara.
Mientras de mí, te veo marchar,
la luz se apaga, para no regresar.

Tú y yo,
como sombras opacas 
en la eternidad...


martes, 19 de febrero de 2013

Tic Tac

Otro día más, para olvidar, para despertarse mañana y verlo al mirar hacia atrás. Un 19 de febrero como otro cualquiera, sin más. Cansado, me levanto, me preparo y voy al mismo sitio de siempre a que me instruyan para volverme una máquina de ganar dinero en tiempos en los que escasea para pobres y abunda para chorizos sin perdón.

Pero entonces, en medio de la tormenta, aparece un rayo de Sol traducido en una sonrisa que inunda mis turbios recuerdos y captura mis pensamientos. Es la sonrisa de una mujer, la cual, tiene hoy algo que celebrar junto a sus seres más cercanos entre los cuales, por circunstancias de la vida, yo no puedo estar.
Sin embargo, este escritor de mierdas y sentimientos puros puede hacer lo que mejor se le da para felicitarla: escribir.

Por ella, por mi pichón, por mi rockera favorita, a la cual me encanta descubrirle ese curioso mundo tan polifacético como intenso, que es el rock. Para el pilar sobre el que sostengo muchas de mis sonrisas involuntarias, para aquella vividora sin límites sin máscaras que mostrar, para una persona que ha sabido atravesar la coraza que rodea mi corazón y, sobre todo, para el calor en muchas noches de hastío y gélida tristeza. Para la alegría personificada de las tierras del sur, para la estrella más brillante en mi cielo que dibujo a carboncillo sobre los versos que le he escrito salidos de mi pecho.

Para ella, qué más decir, felices 19 corazón :)
Tu bajista, rockero y poeta sin reloj favorito
Jose



domingo, 10 de febrero de 2013

Creo

En ocasiones creo con el corazón
con aquel prisionero de tu pasión
En ocasiones creo con el corazón
Para poder seguir siendo el sol

Para seguir siendo yo...

Primero decidi mentirme al ver
que solo asi sería
la sombra de un corazón
que prefiere ser la marioneta
de un legado trágico
si a cambio te tiene cerca.
Asumí nuestra fricción
para seguir siendo los dos

Para seguir siendo los dos...

Todos los recuerdos del dolor
que me he guardado
son esa ocasión que un día echó a correr
al resplandor de lunas llenas

Confieso que al final
no supe calmar
la lluvia de gotas de arena
que te ahogó...

De todas las balas que rescaté
de mi memoria
tú eras la voz
que me enseño a dormir

Y ahora estás dentro de un sueño...

Creo que me volveré a arriesgar
a lanzarme al vacio
hacia el ayer...

Creo que vas a seguir ahí
debajo del infierno
y voy a bucear dentro de mi...

Voy a encontrar mi cielo juntos




martes, 5 de febrero de 2013

Tears


Coge aire sin ataduras,
Inspira sin cadenas,
Lanzate sin cuerda, 
Húndete sin vida.

Porque mirar hacia atrás duele,
hiere el viento que trae mi nombre,
salido de sus labios carmesíes,
acompañado de su perfume de rubíes

Porque nunca correspondiste,
por miedo a mancharte conmigo.
Porque nunca lo hiciste
condenándome a un seco castigo.

La primera, es por ella.

Como dialogar sobre aquello
que pudo ser y no fue,
aquello que jamás tuvo razón 
para pasar.

Aquello que no fue real
o, al menos, como uno lo pudo imaginar.
Era distinto, no, no era...
al final.

Como Alicia a través del espejo,
que ve dos caras de una moneda
que tuvo la manía puñetera
de caer siempre de canto.

Destruyó su mitad
y nunca se descubrió la verdad,
que nadie supo entender,
hasta que las nubes se fueron 
para no volver.

La segunda, para mi Venus.

Y aquí, un poeta de mierda.
Un músico, con su particular contienda.
Un seto marchito antes de tiempo
que busca versos mudos en el viento.

Frente al acantilado de mi corazón.
Abajo espera la enemiga de la razón.
Me abre los brazos en alto
y me promete su amor.

La tercera, es por mi.

Junto a sonrisas irónicas
y ganas de luchar paranoicas
Mis lágrimas caen ácidas

Abrasan mi mirar,
Sanan mi maldad.
Caen y caen
Sin cesar...

Ahógate



lunes, 21 de enero de 2013

Retorno


Ya no estás
en el Edén que creé,
en noches de insomnio
y días del demonio.

Caiste por la catarata,
te precipitaste hacia la verdad,
lo descubriste, sin más,
que mi corazón voló a otro lugar.

Y yo miré, reí y olvidé,
aquellos ojos de miel,
aquella boca sin sed,
aquella figura ausente de gres.

Paga la deuda
esa que sin avisar, llega,
esa que cegó tu venda
de codicia y tretas

Me sobran versos, canciones,
trenes y estaciones,
pasados, olvidados,
para ti, dedicados.

Adios mi amor,
mi flor de loto,
mi dalia de pétalos rotos,
mi rosa negra entre otras tantas
vestidas de rojo

Escribeme desde allí
cuando pienses en mi.

No esperes respuesta.
Te quiero

sábado, 5 de enero de 2013

Des-Enamorarse


Desenamorarse...tan fácil su contrario y tan difícil de cumplir

Porque sí, el amor, como dicen, es un fenómeno involuntario e incapaz de controlar. Carece de raciocinio, cambia tus percepciones sobre la realidad, mejora ciertas cualidades cognitivas...en fin, te cambia por completo psicológica y somáticamente.

Pero...¿Qué sucede cuándo necesitas librarte de él?

Entras en el periodo de "desenamoramiento", un periodo de dudas, confusiones, errores y, lo peor de todo, sin fecha de caducidad.
Cada persona tiene su propio intervalo de tiempo para llevarlo a cabo. Lo llaman "fuerza de voluntad", otros lo llaman "odio", otros "desentendimiento"; yo prefiero llamarlo "verdad".
Cuando esa venda de sentimiento cae al suelo...y la luz de la realidad te quema las pupilas tras tanto tiempo cegada.
Cuando intentas dejar de pensar en aquella persona que se convirtió en tu mundo, en tu felicidad, en tu fuerza, en tu apoyo.
Cuando intentas dejar de pensar en quien es motivo de risas y lágrimas incontroladas, en quien te deja sin palabras que articular, en quien con una sonrisa consigue borrar todo el dolor y la pena ardiente.
Cuando intentas olvidar tu evasión de todo este mundo, al protagonista de tus sueños y utopías, a tu inspiración en poemas de amor...
Cuando intentas olvidar a aquella persona por la que traerías la Luna envuelta en papel de regalo y serías capaz de romper cualquier barrera o cadena que te separase de ella.
En definitiva, cuando intentas olvidar a la persona por la que serías capaz de dar incluso lo que desconoces de ti mismo...a la persona que amas.

Y cuando te propones desenamorarte y piensas en todo lo que esa persona significa para ti, quizá te hayas enamorado más de lo que estabas en un principio...

Un corazón que duele es porque está vivo
porque, de su amor, eres destino.

Cuidate, allá donde estés...
Te quiero