"Porque el tiempo es vida, y la vida reside en el corazón" - Michael Ende

martes, 19 de marzo de 2013

En el pasado


Puntos suspensivos en mi boca,
representan tu imágen en mi mirada,
y ya no sé si lo que me toca
es amor u olvido sin coartada

¿Y si todo lo que sentí una vez,
murió bajo el azul 
de aquellos días grises?

¿Queda algo de vida
en un cementerio lleno de sentimientos
y lágrimas perdidas?

Ahora cuando te miro,
observo lo ciego que estoy,
incluso mirando al vacío.

Al no poder odiarte como debería,
al no poder estar en paz sin guerra,
al no poder respirar sin tu tutela,
al no querer vivir sin alegría.

¿Adónde fue? 
Se lanzó de cabeza al fuego.
Y allí no había ni agua ni hielo,
para salvarlo, para curarlo
de tu ego...

Y jamás lo sentiste.
Nunca, por mi, un sólo dedo moviste,
mientras yo corría desafiando a mi tiempo
para poder juntarnos contra el viento.

Te odio. 
Es tu culpa.
Lo sabes.
cállate...

Salió de mi caverna,
la cruz de mi moneda,
la cual sólo 
contra tí me alienta.

Me dice, me aconseja
lo siguiente:

Pinta su retrato 
en el sucio barro
y juega a lanzarle piedras 
sin tacto...

Demuéstrale que sus gestos, 
sus miradas, sus sonrisas, 
sus llamadas...
ahora están ahogadas,
en la más profunda y fría
de las nadas.

Le haré caso,
al fin y al cabo,
todo aquello que sentí
será borrado,
para morir en el pasado...

Te quise.


domingo, 10 de marzo de 2013

¿Lo harás?


Tic Tac sin parar,
se oye hasta en mi cárcel de cristal
donde no puedes entrar.

¿Y si me mancho, que más da?
¿Y si me rompo, qué importará?
¿Y si muero esperándote... me recordarás?



Tiempo


Rayaduras en la pared
cuentan días sin atardecer,
mis aviones de papel
se llevan palabras por doquier.

Los relojes pierden la arena
en el laberinto del tiempo.
Ha perdido la fuerza 
para buscarte allí dentro.

El Edén se marchitó, se cansó
de aguardar tu beso.
Vasto y yermo páramo,
donde lloran mis sueños.

Vago sin dirección,
lamento mi frustración,
me cobijo en la sinrazón
que no aporta calor.

Estoy roto cual muñeco sin cabeza,
sólo hay una única diferencia,
la cavidad de mi pecho revela,
que él se fue tras tu estela.

Persigue tu sonrisa, tu garbo, tu andar
tu osadía.
Persigue tus ganas de jugar 
a ser la buena de la película.

Busco rubíes y encuentro esmeraldas
que no brillan como lo hacen tus pupilas.
Viajo como las mareas sin orígen,
buscando a quién sane mi mente
con cualquier medicina...

Volvió sin aliento 
al lugar que nunca debió abandonar.
Mi esencia se perdió,
porque la derramaste en el mar.

La ví morir en las negras aguas,
nunca volvió aquella sonrisa a mi cara.
Mientras de mí, te veo marchar,
la luz se apaga, para no regresar.

Tú y yo,
como sombras opacas 
en la eternidad...