"Porque el tiempo es vida, y la vida reside en el corazón" - Michael Ende

domingo, 13 de septiembre de 2015

En Nunca Jamás

Es verte sonreir así
y abrirme el corazón.
Contigo, existir sin fin
donde no alcanza el temor.

Tu perfección roza
hasta la más vulgar, latente
y extravagante de las dudas
que habitan aquel paraíso incoherente.

Allí no hay percepción u olor
sabor, tacto o color.
Tu esencia destilada en mis labios,
tu amor que llena vacíos.

Y siempre me escuchas
y no me dejas escuchar.
Pones palabras en mi boca
que no me atrevo a decir.
Eres la sal de mi océano
para no dejarme hundir.

Contigo la pena se marcha
hacia Nunca Jamás,
segunda estrella a la derecha
como bien decía Peter Pan.


La verdad...

No serías en mi reflejo
ni mirarías más allá.
Lloraba vida en aquel diario muerto
porque sólo yo podía recordar.

Ibas y volvías sin cansar,
susurrándome tu falta de marchar,
hasta que las drogas de color
te desterraron muy lejos del Sol.

Nada existió de lo que viví
y quedaste bien latente, sigues ahí.
Te espero en el "sinlugar" sin tiempo,
deshojando verdades, diciendo idioteces,
de este mundo creyéndonos reyes,
buscando nuestra armonía en el viento.

Leyendo ese diario hasta doler...

No dejaste de reir. 
Estabas allí
en el fin de los días...




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